Viga en el propio
El fracaso del Acuerdo Interpartidario sobre Megaminería provocó el malestar del Señor Presidente de la República que la emprendió contra la oposición, acusándonos de adelantar los tiempos electorales y unas cuantas cosas más.
No son justas esas afirmaciones. Un fracaso de ese tipo es, por lo menos, responsabilidad de todos.
No hace bien el Presidente en volver a dividir entre buenos (él) y malos (todos los demás). La humildad y la autocrítica son compañeros de ruta política que nunca debemos abandonar.
Desde la oposición hicimos los mayores esfuerzos para lograr un acuerdo, lo firmamos y con ese espíritu encaramos el trabajo legislativo.
Con todo respeto hacia la investidura presidencial, nos prmitimos señalar que en las afirmaciones del primer mandatario existen algunos errores.
Queremos creer que quienes deben informarle, sus asesores, no lo han hecho. Por lo que aprovechamos estas líneas para poner en su conocimiento algunas cosas que quizás desconozca.
Estamos seguros que si las considera no sólo verá la paja en el ojo ajeno.
En la Comisión Interpartidaria de Megaminería se acordaron muchas cosas. Entre las que se pactaron hay cuatro que para nuestro Partido eran y son vitales.
Las mismas fueron aceptadas por el Frente Amplio, se incluyeron en el Documento y se firmaron. Pero después se cambiaron, sin aviso, al enviar el proyecto de ley al Parlamento.
La primera hace referencia a la posible exoneración de Impuestos. Todos los Partidos, incluido el Frente Amplio, pactamos expresamente que en la Megaminería no se darían exoneraciones de Impuestos a la Inversión en industrias extractivas.
En buen romance se estableció que al que saca el mineral y se lo lleva no se le perdonarían impuestos (como no se nos perdonan a los uruguayos que los pagamos).
Eso era lógico porque una vez que se va el mineral del país, como el mismo no es renovable, se pierde la oportunidad de agregarle valor.
Además, al no dar exoneraciones al que se lo lleva sin agregarle valor, incentivamos a que el mineral se procese en el Uruguay.
Pues bien, el Frente Amplio en el proyecto de ley le quita el Impuesto al Valor Agregado, al Patrimonio, Imesi, recargos Aduaneros y otros tributos a la Megaminería.
En el caso de Aratiri, según reconociera en el Parlamento el Poder Ejecutivo, ello significa que se le perdonarán impuestos por una cifra que oscila entre 700 y 1.000 millones de dólares. Casi el equivalente al déficit fiscal del 2012.
En el Acuerdo se pactó expresamente que ello no se haría.
Dos Senadores del Frente Amplio reconocieron expresamente en la discusión parlamentaria (está en las versiones taquigráficas) que “no estaban cumpliendo exactamente con lo pactado” pero pensaban que era bueno perdonar cientos de millones de dólares hoy para cobrar más en el futuro.
A confesión de parte, relevo de prueba.
El segundo punto que se incumple es el del Plan de Cierre de las Minas. En el Acuerdo se incluyó expresamente que el Plan de Cierre debía contener una garantía que asegurará el cierre de las minas, incluyendo la remodelación paisajistica y que queden en igual o mejor forma que antes en materia productiva.
La ley lo deja abierto a la discrecionalidad del jerarca de turno.
Le preguntamos a Aratiri en la Comisión del Senado cuál era su Plan de Cierre. La referida empresa contestó que el Plan de Cierre era con agua de lluvia lo que llevaría entre 50 y 80 años!
Lo que quiere decir que no habrá Plan de Cierre y que nos dejarán en el Uruguay muchos cráteres de 600 metros (seis cuadras) de largo por 400 metros ( cuatro cuadras) de ancho, por 400 metros (cuatro cuadras) de profundidad.
Ni cerca de la remodelación paisajistica y productiva que pactamos en el Acuerdo.
En tercer lugar en el Acuerdo pactamos expresamente que existiría transparencia e información en todo momento.
La ley propuesta por el Frente Amplio contiene varios artículos que establecen confidencialidades y reservas. Esto sigue esa moda de limitar el acceso a la información que surgió en los últimos tiempos.
En cuarto lugar, todos los Partidos pactamos que se dictarían previamente los instrumentos de Ordenamiento Territorial nacionales, regionales, departamentales y locales. Protegemos de esa forma a las comunidades locales.
La ley pasa por encima de esto y establece que la megaminería se realizará en zona rural. Entre otras cosas ello significa que puede tener lugar en zonas rurales naturales y protegidas.
Estos cuatro puntos fueron pactados en forma clara y expresa, aceptados por escrito por el gobierno y el Frente Amplio.
Lo dijimos en el Senado y lo repetimos hoy: si se cumple con lo pactado, votamos. Como no se cumple no lo hacemos.
Lo escrito y firmado obliga.
Sr. Presidente: en lugar de enojarse con la oposición, pregunte a sus asesores porque pasó esto. Déles la orden de cumplir con lo pactado y votamos todos.
Pregunte también los motivos por los que a Aratiri le darán una exoneración de 1.000 millones de dólares o porque le admitirán que no haya Plan de Cierre de las minas o pasarán por encima de la ley de Ordenamiento Territorial.
Pero apúrese a preguntar Sr. Presidente, porque la propia ley dice que esa información será confidencial y reservada contrariando el acuerdo celebrado.
Quizás, Sr. Presidente, no haya que mirar la paja en el ojo ajeno sino la viga en el propio.