Rendición

En el Senado estamos analizando la Rendición de Cuentas.

La Rendición es una ley por la que se revisan las cuentas del Estado, se realizan modificaciones legales y, en definitiva se ve la marcha de la economía y la administración del país.

Como es tradicional, lo primero que hicimos fue recibir al Ministerio de Economía y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

Hubo algunas cosas buenas, diría que más que buenas, como la baja de la inflación y las previsiones de crecimiento de la economía.

Sin embargo, otras cosas nos dejaron preocupados.

Las comparto.

La primera es que se vuelven a aumentar los impuestos.

Recordarán los lectores que Tabaré Vázquez, Raúl Sendic y Danilo Astori prometieron a todos los uruguayos en la campaña electoral del 2014 que no aumentarían la carga tributaria.

Por segundo año consecutivo hacen exactamente lo contrario dejando claro que mintieron en forma descarada en la campaña electoral.

El año pasado aumentaron los Impuestos al Trabajo y a las Jubilaciones. Este año aumentan la Tasa Consular y ponen más impuestos al juego.

Llevan un aumento de impuestos que les reporta cientos de millones de dólares más por año.

Las explicaciones que dieron sobre la Tasa Consular fueron muy pobres.

En el proyecto de ley que proponen dicen que con lo que se recaude por la Tasa Consular el gobierno asegurará el cumplimiento de obligaciones con la Organización Mundial del Comercio.

El Ministro nos dijo algo totalmente distinto.

En lugar de asegurar lo que dice asegurará en la ley recooció que con ese dinero va a cubrir los aumentos del gastos que hay en la Rendición de Cuentas.

Cuando le señalamos ese error respondió que en la justificación del gasto se dice que “con el excedente se cubrirán otros gastos“.

Peor la enmienda que el soneto.

Para el Ministerio de Economía vale más la justificación verbal que lo que el Parlamento aprueba en la ley.

Además dijo que si bien se le llama Tasa Consular en realidad es un impuesto.

Es decir, están aprobando un impuesto al que llaman tasa y al que la ley dice que se deberá utilizar para asegurar el cumplimiento de obligaciones con la Organización Mundial del Comercio pero que se destinará a otra cosa.

De ripley.

Otra objeción que le señalamos al Ministerio es la forma en que presenta las gráficas con los resultados.

¿Qué hace el Ministerio?

Elige el año contra el que compararse.

Por ejemplo, si los números le cierran bien desde el año 2005 empieza la serie de comparaciones en ese año.

Acto seguido si no le da bien desde ese año, se compara con el 2010 o con 1998.

Hay varias muestras de ello en la presentación que realizó el Ministro el Jueves pasado.

Por ejemplo en el aumento del Gasto Social.

Presentó una gráfica en la que surge el aumento en pesos del gasto social. Para ello eligió, arbitrariamente, comenzar con el año 1998.

Obviamente que el valor del peso de hoy no es el mismo que hace 19 años.

Acto seguido presentó una gráfica en la que compara el crecimiento del gasto social pero medido en un porcentaje del PBI.

En este caso no tomó el año 1998 sino el 2005.

Fui a buscar la información y me encontré con que recién este año que termina los gobiernos del Frente Amplio lograron llegar al 25% del PBI en gasto social.

Es muy bueno.

Tan bueno como que la última vez que se había logrado llegar al 25% fue en el año 2002.

Lo que explica porqué empezaron esta gráfica en el 2005.

Otra afirmación del Ministro fue que hay un déficit muy grande en el Banco de Previsión Social que aumenta año a año y que significó un error de estimación de 100 millones de dólares.

Según el Ministro eso se debió a una ley del año 2008 que fue apoyada por todos los partidos políticos y que flexibilizó los requisitos para acceder a las jubilaciones.

Nos llamó la atención esa afirmación y consulté las versiones taquigráficas y constaté que en forma responsable el entonces Senador Isaac Alfie no sólo no apoyó esa flexibilización sino que advirtió que ocasionaría lo que está ocasionando hoy.

En una acción de típico corte populista facilitaron accesos a jubilaciones sin exigir las prueba que se venían exigiendo.

Así ocasionaron los déficits de hoy pagan, pagamos, los nabos de siempre y ligeramente dicen que todos apoyamos sus inconductas.

Hubo más cosas pero me limitaré a una sola: el artículo 15.

Cuando le señalamos su notorias inconstitucionalidad el Ministro de Economía dijo que no lo era.

A su juicio no lo es porque lo que prevé es que ante una sentencia del Poder Judicial que condena al Estado, este puede optar entre pagarlo o, si es mayor de 10 millones de dólares, proponerle al Poder Legislativo que lo incluya y apruebe en una ley de Rendición de Cuentas.

Sostiene que él sólo puede proponer incluirlo en la Rendición de Cuentas para que el Parlamento lo apruebe.

Raro.

Porque en el mismo artículo dice que si es menor de 10 millones de dólares lo va a pagar. Entonces ¿cómo es que sólo puede proponer incluirlo en la Rendición de Cuentas para que el Parlamento lo apruebe?

Si sólo puede hacer eso no podría pagar las sentencias menores de 10 millones donde no tiene opción según el artículo propuesto.

Más raro es el concepto que tiene de la separación de poderes.

Si la sentencia condena al Estado a pagar más de 10 millones de dólares según el Ministerio lo que debe hacer el Poder Ejecutivo es incluirlo en la Rendición de Cuentas y esperar para que el Parlamento lo apruebe.

Obviamente que ello significa hacer depender el pago de otro Poder del Estado, el Legislativo.

Se olvidó que debido a la separación de poderes ni el Poder Ejecutivo ni el Legislativo pueden no cumplir con una sentencia del Poder Judicial.

Por lo que hacer depender esto de la voluntad del Poder Ejecutivo o del Legislativo es tan inconstitucional como hacerlo depender solo del Ejecutivo.