Mis palabras en la sesión en que recibimos a Bonomi

Senadores03

SEÑOR BORDABERRY.- ¿Me permite una interrupción?

SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR.– Sí, señor legislador.

SEÑORA PRESIDENTA.– Puede interrumpir el señor legislador.

SEÑOR BORDABERRY.– Señora presidenta: como veo que hemos entrado en un empantanamiento: yo dije esto, tú me entendiste otra cosa, quiero ser bien preciso.

El señor ministro se ha adelantado y dicho que en materia de esclarecimientos de homicidios, Uruguay se compara con el FBI y con Inglaterra, nada más y nada menos. Al respecto, quiero ser claro.

La pregunta que hice, la número cinco, es muy básica y sencilla. ¿Por qué este Uruguay, que se compara con el FBI y con Inglaterra, cada año tiene una tasa de esclarecimiento menor? ¿Por qué está bajando? En definitiva, pregunto cuáles son las razones que nos quieren dar para eso vinimos hoy frente a la realidad de la baja de la tasa de esclarecimiento.

Con todo respeto digo lo siguiente: cuando me dicen que Uruguay se compara con el FBI, cuando me dicen que nuestro país se compara con Inglaterra, cuando leo en la prensa a algún jerarca que dice que tenemos mejor tecnología que CSI Miami, me viene a la mente la caja de bananas de la frontera con la que cargaron la mochila de una menor asesinada en la playa. ¡Nuestro CSI, nuestro FBI para cargar las pruebas usa cajas de banana de la frontera!

Entonces, creo que todos necesitamos un poquito más de humildad. Es necesario explicar qué es lo que está pasando para analizar qué podemos hacer para mejorar y los índices de aclaración de homicidios no sigan bajando. A eso se refiere nuestra pregunta.

Por otra parte, cada día siento más en este Cuerpo que se nos señala qué podemos preguntar y qué no, qué podemos decir y qué no. Eso es un error. Acá podemos preguntar y decir lo que queramos; se podrá estar de acuerdo o no, se rechazará o no. Señalar qué es lo que puede decir y qué es lo que no puede decir un señor legislador es afectar sus fueros y, sobre todo, es afectar los fueros de todos los integrantes de esta Comisión Permanente.

Gracias, señora presidenta.
Gracias, señor ministro.

 

SEÑOR BORDABERRY.- ¿Podría decirnos el número total de rapiñas ocurridas en el año 2015, que fue lo que preguntamos?
El ministro acaba de decir que en enero, en Montevideo, los niveles bajaron un 9% y en el resto del país un 5%. Pero yo estoy preguntando por el año 2015 porque, como bien ha dicho el ministro, no se puede tomar solamente un mes.
Asimismo, en los datos que se nos ha brindado se mezclaron las rapiñas y los homicidios en una especie de ensalada, pero nos gustaría que se nos diera los datos por separado para poder distinguirlos.

SEÑOR BORDABERRY.– ¿Me permite una interrupción?

SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR.– Sí, señor legislador.

SEÑORA PRESIDENTA.– Puede interrumpir el señor legislador.

SEÑOR BORDABERRY.– Señora presidenta: las preguntas Nº 1, 2 y 5 ya fueron contestadas. Faltarían las Nº 3, 4, 6 y 7, y la señora legisladora Rapela desea agregar otra.

SEÑOR BORDABERRY.– Pido la palabra.

SEÑORA PRESIDENTA.– Tiene la palabra el señor legislador.

SEÑOR BORDABERRY.– Señora presidenta: antes que nada, quiero saludar al señor legislador Abdala por la iniciativa de esta convocatoria, que siempre es importante, sobre todo en estas épocas cuando hay más tiempo para mirar con más detenimiento, sin las urgencias que siempre hay en el año.

Creo que los hechos que él trajo a colación son graves y el señor legislador Abdala recurrió a un procedimiento adecuado para plantearlos, en un régimen de comisión general y no de interpelación, porque le quita dramatismo a las convocatorias, poniendo el énfasis en el hacer, la corrección y en conseguir la información.

Creo que los hechos ameritaban esta convocatoria; hubo suicidios en una unidad del Ministerio del Interior, que podrán estar vinculados o no; eso lo determinarán las investigaciones. Y vaya si es importante que se hagan estas convocatorias, sobre todo en el marco de estos robos a los cuarteles. Pero resulta que los soldados que están de guardia no tienen balas en sus rifles, según algunos, para que no se suiciden, porque muchos se suicidaban. ¡Vaya si es importante plantear estas y otras situaciones! Creo que es nuestra tarea como legisladores plantear los hechos y profundizarlos en la forma que lo ha hecho el legislador Abdala.

 

Señora presidenta: le aseguro que cuando me levanto para encarar estas instancias me digo: “Hoy no me voy a enojar. Hoy voy a tratar de aportar. Hoy voy a tratar de ser positivo, de ayudar”. Pero termino el día conteniéndome una y otra vez, y voy a tratar de contenerme en esta ocasión también.
Lo cierto es que el ministro me deja preocupado. Me deja preocupado, sí, porque parecería que vamos bien. Sin embargo, creo que esa no es la percepción de la enorme mayoría de los uruguayos sobre la inseguridad ni es tampoco lo que dicen los números. He citado más de una vez a aquel presidente de un club de fútbol muy popular en el Uruguay, del que no soy hincha que próximamente inaugurará un estadio quien decía que los números no mienten, sino los que hacen los números. Y, ojo, no estoy acusando a nadie de mentiroso espero que el señor ministro no lo tome a mal; no quiero reeditar una discusión que ya hubo sino que digo que, según con qué comparemos, según el indicador que se tome como referencia, los resultados pueden ser mejores.

 

Entonces, toda la presentación que se nos trajo hoy voy a tratar de resumir un concepto que desarrollaré consistió en decir “bajaron los delitos contra la propiedad”, y se mete en la misma bolsa las rapiñas y los hurtos. Entonces, se dice que hay menos hurtos, aunque hay más rapiñas. Es así que, en esta mezcla del promedio, resulta que bajaron los delitos contra la propiedad y, al final, se hace lo que el señor ministro dijo que no iba a hacer, que es valerse de un número para después no permitir una política de Estado. Eso es hacernos trampas al solitario, porque vamos a ser claros todos los uruguayos lo saben: no bajaron los hurtos, sino las denuncias de hurto. ¿Cuántos de los presentes hemos sufrido hurtos y no denunciamos? Yo levanto la mano. ¡Si ya ni vale la pena denunciar, si hay un descreimiento total de los resultados! Muchos comentan “Me robaron; por suerte no me lastimaron”.

 

Entonces, sumar los hurtos y las rapiñas no es válido. Es como si nos quisieran hacer tomar un jarabe y le pusieran granadina: no quedaría tan amargo, pero seguirá siendo jarabe y seguirá siendo amargo; esa es la verdad.

Por eso, creo que es hasta ingenuo hacer esto. Me hace acordar a mi abuela que hacía unos canelones tremendos en Durazno y cuando le quedaba muy picante el relleno le ponía un poco de yogur porque suavizaba el gusto. Esto es lo mismo: a la rapiña sumo los hurtos que no se denuncian, porque suaviza las cifras y metemos un titular que dice “Bajaron los delitos contra la propiedad”. Por eso, nuestras preguntas fueron claras y entendemos que afirmar que existe amnesia selectiva es muy fuerte. Creo que antes de ver la paja en el ojo ajeno debería verse qué hay en el propio.

Y disculpe si ahora me pongo bíblico, señora presidenta, porque al final lo que quedan son los números y lo dijo el señor ministro: “En 2015 hubo más homicidios”. No lo digamos por lo bajo y medio a la pasada; seamos claros: aumentaron los homicidios y, desde que se llevan registros, el 2015 fue el año en el que se registró mayor cantidad de homicidios en la historia del Uruguay. Esto no es bueno. Se podrá decir que, porcentualmente, en tal año subió más o lo que quieran; yo tengo acá los números, ministro por ministro, de cuánto aumentó; vamos a ver cómo evolucionó. Lo cierto es que tenemos más homicidios y diciendo que estamos midiendo por promedios y que bajaron los delitos contra la propiedad no arreglamos el problema que tenemos. En 2011 hubo 199 homicidios. Este año que terminó fueron más de 290, según como se hagan los cálculos. Esta es otra cosa que también se hace. Resulta que históricamente se contaban como tales los homicidios tanto que cometían los delincuentes como los de quienes se defendían repeliendo. No digo que estuviera bien o mal, pero así se contabilizaban. Hace unos años se cambió la forma de contabilización pero no se han cambiado las estadísticas hacia atrás. Seguimos comparando hacia atrás, como se contaba antes, que daba más que como se cuenta hoy. Lo estamos haciendo mal. Lo mismo pasa con las rapiñas, que cambió la forma de contabilizarlas. Antes se contabilizaban las tentativas de rapiñas y las rapiñas consumadas, y solamente las consumadas. Ese nuevo criterio lo acepto, pero lo que hay que comparar son las rapiñas consumadas antes. No digo que haya estado mal cambiar sino que debemos comparar como se debe comparar.

Otro asunto que me parece importante destacar es que también aumentaron las rapiñas esta semana. No nos quedemos con esta discusión; que no sea una charla de sordos. Sucedió en estos días y fue titular de los diarios: Cuatro asesinatos en tres días en el Cerro. Muertes e incendios en casas. Feroz batalla entre narcos por el dominio de la villa. Bombas molotov, a diez o quince minutos de acá. Un bebé y un joven de 25 años muertos por un tiroteo en Casabó. Y resulta que venimos a decir que bajaron los delitos contra la propiedad; es cierto, bajaron en la estadística pero no en la realidad. Esta es la realidad que hoy tienen los policías que salen a pelear contra los delitos que enfrenta la enorme mayoría de los ciudadanos. Un elemento que en algún momento deberíamos empezar a tener en cuenta es el enorme presupuesto que estamos dedicando a la seguridad del Uruguay. Y no hablo solamente del presupuesto del Ministerio del Interior sino del de toda la sociedad. ¿Cuánto estamos gastando en empresas de seguridad, en alarmas, en rejas, en cuidadores? ¿Cuánto se está gastando? ¿Cuánto se gasta en el Ministerio del Interior? Tengo acá la evolución del presupuesto, en Power Point. Lamento que no sabía que esta iba a ser la discusión, pues las preguntas son sencillas. Pero, ¡seamos claros! En el año 2000 eran US$ 181.000.000; en el 2005, US$ 241.000.000; en el 2012, US$ 766.000.000. Y me vuelvo a poner bíblico: “Al que mucho se le da, mucho se le exigirá”. Resulta que le damos más dinero, más recursos, exigimos menos homicidios, menos rapiñas y más seguridad para los ciudadanos en el Uruguay, porque es lo que tenemos que exigir, y que nadie se enoje, porque es nuestra tarea como legisladores.

 

Las advertencias que hoy hacemos las hemos realizado en otras áreas y no fueron escuchadas. Así lo hicimos con el senador Moreira en el caso de Pluna en reiteradas veces y con el senador Heber por el caso de Ancap, todo en el período pasado. No escucharon; nos decían que estaba todo bien y yo fui preparando el informe de la comisión investigadora. Un senador al que quiero mucho no hablo de él porque no está acá decía que en Ancap no había ningún problema de financiamiento. Nos decían que había que compararse con el patrimonio de la empresa o el producto bruto. Disculpe, señora presidenta, que me estoy yendo por las ramas. Hoy le volvimos a hacer las mismas advertencias porque es nuestro deber como legisladores de la oposición. No estamos bien. No nos encandilemos con los números que nos muestran o que queremos ver. No nos encandilemos con el tema de si son homicidios por ajuste de cuenta, es decir entre delincuentes. Después van a empezar a cometer homicidios contra aquellos que no lo son, y no lo podemos tolerar. Aquí cerquita están peleando por territorio, y aunque es territorio de delincuentes igual está mal. Tampoco podemos hacernos trampas con la realidad internacional y las tasas de esclarecimientos. Un informe de España, país del primer mundo, que está pasando por una crisis enorme, establece que en Madrid tuvieron el 75% de esclarecimiento de homicidios; tienen un 31% de homicidios sin esclarecer y están preocupados. Tengo acá los números cuando vino el director del observatorio de violencia criminal. Nos dijo que en 2014 había una tasa descendiente en cuanto al esclarecimiento de los homicidios. Según palabras del propio ministro el año pasado al diario El Observador, en 2014 fue algo más de la mitad, el 52%, mientras que en 2011 fue el 80%. Además, estamos bajando la tasa de esclarecimiento porque no se contaba con esa información; por eso volvemos a mejorar. Ojalá así sea, porque nos alegramos mucho. Pero además de eso, no entendemos cómo nos tenemos que enterar a través del diario El Observador los datos del año 2015 sobre la criminalidad, porque resulta que las últimas semanas este diario…
(Suena timbre indicador de tiempo)

——Por último, hay una referencia de un medio del Estado para destacar políticamente, lo cual no se debe hacer. Coincido con el señor ministro en que satisfacer es dar respuesta. Ese es el camino.
Celebro que tenga la valentía de decirlo con esa claridad lo apoyamos en eso y ratificamos la política de Estado. Pero la política de Estado no significa aplaudir ni decir que todo está bien; no implica convertirnos en esos cortesanos que aplaudían en el cuento de Andersen al rey que estaba desnudo; significa ser el niño que le dijo: “mire que va desnudo” cuando todos se lo negaban.
Digo al señor ministro que nuestra mejor política de Estado va a seguir siendo decir lo que está bien y lo que está mal, apoyando lo que está bien, proponiendo y presentando proyectos de ley, como lo hemos hecho, y advirtiendo sobre lo que está mal.
Gracias, señora Presidenta.

 

SEÑOR BORDABERRY.– ¿Me permite una interrupción?

SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR.– Sí, señor legislador.

SEÑORA PRESIDENTA.– Puede interrumpir el señor legislador.

SEÑOR BORDABERRY.– Señora presidenta: siempre tratando de ir a las fuentes, quisiera saber si el ministro recuerda de cuándo fue la última encuesta de victimización que hubo y cuánto es el porcentaje de tasa de no denuncia de los delitos en esa encuesta.

SEÑOR BORDABERRY.– ¿Me permite otra interrupción?

SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR.– Sí, señor legislador.

SEÑORA PRESIDENTA.– Puede interrumpir el señor legislador.

SEÑOR BORDABERRY.– Señora presidenta: es para hacer un aporte. De acuerdo con lo que se nos informó a la Comisión respectiva en agosto de 2015, la encuesta de victimización se hizo en 2011 y la no denuncia en materia de rapiñas se sitúa en el entorno del 50%.