Mujica destruyó a Uruguay
ENTREVISTA | Por Oscar Cestau y Magdalena Raffo para Crónicas
«Es claro que Astori le avisó (a Mujica) lo que estaba pasando (en Ancap) y se ve que a la interna del gobierno pidió que se parara la mano, pero mientras hacía eso votaba con el FA en contra de nuestro pedido»
«Todo esto es la herencia de Mujica, que le dejó a Tabaré Vázquez un país minado»
Culminado el trabajo de la investigadora sobre la gestión de Ancap, CRÓNICAS conversó con uno de sus miembros, el senador dei Partido Colorado (PC), Pedro Bordaberry. El legislador lamentó que el tiempo de ia Comisión haya sido insuficiente, pero valoró que el último día el presidente del ente, José Coya, «reconoció lo que ya era imposible de ocultar: que Ancap está en crisis». Por otro lado, aseguró que la regasificadora y Antel «van a seguir el mismo camino de Ancap», y criticó al expresidente de la República: «Mujica destruyó a Uruguay, y lo hizo en momentos de crecimiento económico», además de que «le dejó a Tabaré Vázquez un país minado».
-El viernes culminó el trabajo de la Investigadora de Ancap. ¿Qué balance hace?
-Yo creo que el viernes fue el día más positivo de todos porque habló el presidente [José Coya] y reconoció que Ancap está en crisis, cosa que algunos habían negado -decían que las inversiones no habían madurado-. Reconoció lo que ya era imposible de ocultar: que Ancap está en crisis.
Eso es importante porque cuando reconocés que estás mal, aceptás que tenés que hacer algo para salir de la situación en la que te encontrás; ese es el punto más positivo. Ancap está en riesgo de quebrar; si no se hace algo rápido, quiebra, y es una de las empresas más importantes de Uruguay. Y que ahora se empiece a hablar de hacer algo para cambiar me parece que es muy positivo.
-Desde el gobierno se habla de capitalizar. ¿Qué opina de esa posibilidad?
-Yo creo que solamente con capitalizar no alcanza, porque si vos capitalizás y seguís haciendo lo mismo, vas a tener que capitalizar el año que viene y el otro, vas a capitalizar todos los años. Ancap tiene que plantearse cerrar negocios que le generan pérdidas, y este es el momento de tomar decisiones, es decir, en estas crisis hay oportunidades.
Ancap tiene negocios en los que le va muy bien y genera dinero, como Gasur, Ducsa; tiene negocios que uno puede llamarlos estratégicos, como la refinería, la boya de José Ignacio, la importación de petróleo; y tiene negocios que hoy son ruinosos, como el cemento portland, la planta de cal, muchas de las actividades de ALUR.
Entonces, Ancap tiene que cerrar negocios. Si yo fuera un médico, le amputaría algo a un enfermo para que pudiera seguir viviendo, es tan drástico como eso, pero puede seguir viviendo si se toman decisiones valientes y con coraje. La realidad es esa, hay que hacer análisis y hay que cerrar negocios sin dudas.
-El año pasado, el PC -Pasquet-pidió investigadora para Ancap y se la negaron, el anterior usted había convocado a Kreimer-man y Lorenzo por empresas públicas, entre ellas Ancap, y recién ahora aceptan investigar. ¿Hubo una reacción tardía del sistema político?
-No del sistema político, hubo una reacción tardía del FA. En el 2013 ya se sabía esto de Ancap, el período pasado yo integraba la Comisión de Industria y uno de mis trabajos era ver qué pasaba en las empresas públicas.
Interpelé al ministro Lorenzo y con Luis Alberto Heber presentamos una moción para que el Poder Ejecutivo tuviera mayor control sobre las empresas públicas y en especial sobre Ancap. El FA votó en contra de esa moción, entre ellos Astori y Michelini, que hoy se rasga las vestiduras.
A los seis meses interpelé a Kreimerman por lo mismo, y volvieron a levantar la mano diciendo «acá no pasa nada». Lo que pasaba era que estaban a fin de 2013, se venían las elecciones y no querían que esto que se sabe hoy se supiera en ese momento. En realidad, todos son los responsables.
También hice unas advertencias que hoy reitero. Hay dos cosas muy jorobadas que van a seguir el camino de Ancap: la regasificadora, donde Ancap y UTE son socios, y Antel. Ancap nos rompe los ojos porque pierde mucho dinero, Antel no nos rompe los ojos porque no pierde dinero pero no hacemos la cuenta de cuánto dinero dejamos de ganar.
La regasificadora es un lío mucho más grande, y todo esto es la herencia de Mujica, que le dejó a Tabaré Vázquez un país minado. Se lo dejó minado con la regasificadora, con Ancap, con Antel, con la economía. Yo me acuerdo que Mujica en la campaña electoral dijo que dejaba tres paquetitos al gobierno.
Ellos eran la regasificadora, el puerto de aguas profundas y las inversiones que había hecho con ALUR y compañía. Esos paquetitos están explotando, ya explotó el de Ancap, va a explotar el de la regasificadora -salvo que Vázquez actúe rápido y lo desarme- y va a explotar el de Antel.
-¿En qué sentido el de Antel?
-Antel tiene una diferencia con Ancap: no brinda la información. Cada vez que alguien hace un pedido de información a Antel, dicen: «el secreto comercial y la confidencialidad no me lo permiten», pero Antel hizo una cantidad de inversiones sobre las que no ha informado. Gastó centenas de millones de dólares en la fibra óptica, cuando se podría haber hecho de otra forma. Además de eso, gastaba 20 millones de dólares por año en publicidad. Nos escandalizamos porque Ancap gastó en el 2014, 10 millones 700 mil dólares y en el 2013 también, mientras Antel gastaba 20. La diferencia es que Antel está en un sector de franco crecimiento del negocio.
-¿Considera que hubo algo más que irregularidades en Ancap?
-Yo voy a contestar esa pregunta en febrero en el informe final, porque tengo en este momento 18 mil páginas para estudiar, más todos los testimonios, más una cantidad de documentación que todavía no nos han enviado. Entonces, decir hoy, cuando todavía no tenemos todos los elementos, algo tan grave como que hubo una irregularidad o un delito, me parece que es una irresponsabilidad.
Lo que sí nos llama la atención es que hubo muchas personas -gerentes de Ancap y personas del sector privado- que podían venir a declarar y no vinieron, entonces, obviamente que esa es una muy mala señal. Cuando se les da la oportunidad de venir a responder y no responden, eso despierta sospechas, pero no puedo hacer ninguna afirmación.
-¿No fue suficiente el plazo? ¿Era necesario extenderlo?
-Sí, yo creo que la prueba está en que se venció el plazo y todavía nos falta documentación. Sería necesario que fuera más extenso, sin duda. Además, en el año 2005 hicieron una Comisión para investigar del 2000 al 2005 y estuvieron tres años y medio, y ahora hacen una Comisión para estudiar del 2000 al 2015 y son cuatro meses; me parece que no está bien.
-El Partido Nacional (PN) habla de hechos con apariencia delictiva…
-Está bien, yo no quiero hablar de eso porque hay personas. Es decir, uno cuando dice «hechos» tiene que decir qué hechos, quiénes, por qué tienen esa apariencia. Entonces, si uno habla de hechos con apariencia delictiva sin ser concreto, por ahí está involucrando a todos los que están en Ancap, y seguro que todos no son.
-¿Qué opinión le merece el intercambio público entre Mujica y Astori por el tema de Ancap?
-Yo creo que los dos tienen un poco de razón. Es claro que Astori le avisó lo que estaba pasando y se ve que a la interna del gobierno pidió que se parara la mano, pero mientras hacía eso votaba con el FA en contra de nuestro pedido. Dice que lo planteó mano a mano, pero él era el vicepresidente de la República y Lorenzo era el ministro de Economía, no me parece que justifique nada.
Que Mujica se haya mandado macanas, no hay ninguna duda. Mujica destruyó a Uruguay, y lo hizo en momentos de crecimiento económico, es decir, el Uruguay que se había recuperado de la crisis, siguió creciendo y Mujica se mandó Ancap, la regasificadora, Antel, no concretó el puerto de aguas profundas, el tren de los pueblos libres.
-Ha venido marcando cierta distancia del líder del PN, Lacalle Pou. ¿Por qué?
-A mí me causa un poco de broma a veces el tema de las estrategias de las que hablan los analistas, porque quizás hay un exceso de análisis pensando que todo lo hacemos para marcar o no distancias. Yo no lo veo así, yo no pienso todo el día en Lacalle Pou, en Vázquez, en Mujica, en Larrañaga o quien sea, yo pienso en lo que creo que es lo mejor para hacer, esa es la verdad.
A veces analizan tanto que dicen que estoy marcando una diferencia con Lacalle Pou, pero no es una diferencia, es que somos diferentes. Yo me he concentrado mucho en mi trabajo parlamentario para cumplirle a los que me votaron, que me están pagando un sueldo.
Lacalle Pou toma una opción que es menos trabajo parlamentario, mucho menos. En el último mes ha pedido licencia una cantidad de veces, lo cual es legítimo, no está mal. El hace un trabajo mucho más de salida, de discurso, son opciones. Y él no está marcando diferencias conmigo ni yo con él, sino que hacemos cosas distintas.
-Con el diario del lunes, ¿cree que el acercamiento con el PN en la campaña le jugó en contra?
-Yo hago lo que me parece correcto. Yo hice una campaña, traté de proponer, creo que todo el mundo decía que nuestro programa era el mejor, los analistas decían que teníamos el mejor programa, el mejor equipo, pero la opinión de los analistas no fue la opinión del pueblo.
Después de eso, uno en la noche de la elección tiene que tomar una decisión, dice que apoya a Tabaré Vázquez, a Lacalle Pou o a ninguno. Y yo creí que para terminar con cosas como estas de Ancap, era mejor que ganara Lacalle Pou, y fui y lo dije, si eso me benefició electoralmente no lo sé, pero duermo tranquilo.
-¿Se arrepintió de la frase que dijo esa noche: «vine a hacer mierda a Tabaré Vázquez»?
-Sí, claro. Era por Ancap además. Yo no hablo así, a los que me conocen les pareció raro; si no me hubieran hecho escuchar la grabación habría jurado que yo no lo había dicho. Para empezar, íbamos en el auto con Germán Coutinho que decía: «nos hicieron mierda». Lo dijo dos o tres veces, entonces se ve que me quedó.
Después cuando llegué a donde estaba hablando Lacalle Pou, bajé y me crucé a Pablo da Silveira que me dijo: «tenemos que hablar por el tema de los apoyos». Yo le dije: «sí, tenés que hablar con el jefe del equipo de nuestro programa que es Robert Silva, y con los que están con el equipo analizando el tema de Ancap, porque con Ancap los hacés mierda».
Y Pablo me dijo: «pero ¿tenés la información?». «Sí», le dije. Y ahí fue la macana que me mandé cuando dije: «vine a hacer mierda a Tabaré Vázquez». La verdad que no tendría que haberlo dicho, fue un error y no tiene justificación, y no se debe decir por más que sea mano a mano.
Ahora, si esto de Ancap se hubiera hablado antes de la elección y la gente lo hubiera sabido antes de votar, quizás habría cambiado el voto. Es decir, lo que uno estaba hablando era de ganar la elección, no de otra cosa, si se hubiera sabido en ese momento, creo que muchos habrían cambiado el voto.
-¿Coincide con el diputado Fernando Amado, quien dijo que «le ha hecho mucho daño al PC la política de acercamiento al PN»?
-No, pero yo le propuse a Lacalle Pou debatir, cosa que no le gustó mucho. Son visiones. A veces se plantea que estás con uno o estás con el otro, esa lógica perversa de que si hiciste algo estás con ese y si hiciste otra cosa estás con este otro, pero todos tienen cosas buenas y todos tienen cosas malas, todos tienen cosas con las que coincidís y cosas con las que no.
Ahora, sí creo que no era bueno que Tabaré Vázquez y el FA estuvieran cinco años más, y menos con mayoría parlamentaria.
-¿Qué pasa entre Bordaberry y Amado? Muchas veces apunta a su liderazgo dentro el PC, incluso ha dicho que «el PC se quedó sin líder porque Bordaberry decidió borrarse». ¿Qué opina al respecto?
-Yo le deseo lo mejor a Fernando, que le vaya bien. Él durante un tiempo, incluso estando dentro de mi grupo, salía en los diarios casi siempre cuando me criticaba a mí, y yo nunca le contesté y no le voy a contestar ahora.
Yo me acuerdo que cuando empezó él y una cantidad de otros jóvenes, les recordé una frase de José Ortega y Gasset, el filósofo y escritor español, un pensador formidable, a quien fueron a verlo escritores y poetas para hacer un partido político, el partido de los escritores y poetas, y querían que él fuera el candidato.
El les dijo que no sería el candidato, pero les dio un consejo: «nunca caigan en la actividad política en el parasitismo negativo». ¿Qué es el parasitismo negativo? Es vivir exclusivamente de la crítica, porque vos te convertís en un parásito del otro, esperás que el otro haga o diga algo para criticarlo, entonces dependés de ese otro y encima sos negativo.
Mi preocupación en todos estos jóvenes era que el partido había caído en una especie de parasitismo negativo, habíamos perdido la capacidad de proponer, de hacer, de decir.
Entonces, yo creo que él y muchos más, y todo el partido, yo también, deberíamos concentrarnos en proponer, en hacer. Y como no estoy de acuerdo con el parasitismo negativo, no quiero entrar en la contestación a quienes me contestan a mí. Caminamos juntos mucho tiempo y él un día decidió caminar solo, y yo lo respeto.
-¿Qué opina de Novick y su intención de hacer una Concertación a nivel nacional, porque según dice, la gente se lo pide?
-Yo le deseo lo mejor a Edgardo Novick, que le vaya muy bien. Además hay balotaje, o sea que lo que él está proponiendo como algo nuevo ya existe. Pensar que los acuerdos de cúpula van a sustituir la voluntad de la gente, no es así, lo que pasa es que como no hay balotaje a nivel departamental, sí funcionaría el Partido de la Concertación, pero a nivel nacional existe el balotaje.
-Si usted mira atrás, ¿qué hubiese cambiado de la campaña?
-Todo. Voté 13%. El único que decía cómo era la real situación de la economía, que criticaba el rumbo y que advertía sobre Ancap, era yo. Vázquez y Astori decían que estaba todo bien, y Lacalle Pou iba por la positiva y decía que ño iba a criticar a nadie porque sería una mala persona si criticaba. Ahora cambiamos, el único que está buscando soluciones para Ancap soy yo, haciendo propuestas, y Astori y Lacalle Pou pasaron de la positiva a la negativa non stop.
-¿Percibe aires de cambio en América del Sur por el triunfo de Macri, los problemas en Brasil, la elección en Venezuela, la caída de popularidad de Dilma, de Bachelet?
-Sí, yo creo que hay una posibilidad de cambio y me parece que lo que tendría que hacer Uruguay y América Latina hoy es plantearse nuevos desafíos, cinco ejes: terminar con la pobreza, porque han pasado gobiernos liberales en lo económico, desarrollistas, y la pobreza sigue ahí; y donde cambien ahora los vientos económicos en Uruguay, nos va a volver a golpear.
Un segundo punto es la infraestructura, tercero, volver a recuperar las libertades y los principios republicanos, el cuarto y más importante, meternos en la conversación sobre los bloques comerciales que nos van a condicionar el comercio en el futuro, y la tecnología y educación. Esos son los grandes desafíos.
FA «tranca todo»
Días atrás, el presidente Vázquez afirmó que estos nueve meses de gobierno fueron los más difíciles. Consultado al respecto, el colorado expresó: «creo que fueron difíciles porque le entregaron un país mucho más desordenado y minado que el que recibió en el 2005, que era un país en orden y en crecimiento: saliendo de la crisis y en crecimiento». Ahora, sin embargo, «le tocó un país en el que le están explotando las bombas y se viene la crisis, sumado a que hay una situación internacional muy complicada», puntualizó. Acerca de los bajos niveles de aprobación que ha tenido Vázquez durante los últimos meses, Bordaberry aseguró que se deben a la situación económica. «Les pasa a los uruguayos y al mundo entero, si la economía está mal te pone de mal humor y te predispone contra el gobierno, me parece que es eso», agregó. Por otro lado, se refirió a la interna del FA: «el problema es que el FA lo que hace con su forma de gobernar es trancar todo, es decir, las cosas en las que no hay consenso, no se aprueban. Quisieron pasar la Policía Caminera a la Guardia Republicana y tres diputados dijeron que no. Lo que pasa es que les falta tomar decisiones, ahora van a tener que tomar decisiones».
Blancos no cumplieron
El líder del PC recordó el acuerdo con los blancos por los cargos, luego que el presidente Vázquez dijera que la oposición tendría participación en los entes. El paso siguiente era realizar las propuestas de nombres para los organismos, por lo cual algunos integrantes del PN se reunieron con los del PC y les dijeron: «nosotros vamos a designar estos, ustedes designen el primer cargo».
«Yo quería poner una persona en Ancap. Iba a ofrecer a [Isaac] «Lito» Alfie porque pensé que Ancap necesitaba una persona como él para enderezar la situación. Nunca lo llegué a ofrecer porque no pude, pero para mí era la persona indicada, porque es el rey de los números, un tipo muy inteligente, exministro de Economía, era el hombre para ser director de Ancap y realmente encarar este tema», rememoró.
Si bien en ese momento los nacionalistas dijeron: «ustedes son los primeros para elegir», cuando el delegado colorado dijo que querían elegir Ancap, ellos dijeron: «no, ustedes eligen primeros pero no pueden elegir Ancap». Por lo tanto, «no elegíamos primeros, esa fue la diferencia», lamentó Bordaberry.
«En definitiva, todos sabíamos que en Ancap iba a pasar esto, yo lo sabía desde el año 2013, y lo que queríamos hacer era solucionar el problema. Pero yo no me peleo por cargos y sí cumplo con lo que digo. Ellos resolvieron no cumplir, luego un senador del PN que había estado en la reunión me pidió disculpas». señaló.