Mientras se niega la realidad, las soluciones no llegan en la Salud

Por José Amy

Luego de implementado el Fonasa (Fondo Nacional de Salud), hemos escuchado a los representantes del gobierno presumir en diversas oportunidades, sobre lo mucho que se ha avanzado en materia de salud, oímos que desde la reforma “nadie se queda sin acceder a una internación en un CTI, porque ASSE realiza el gasto, los traslada y los deriva a donde se lo pueda atender. (…) nadie en el interior del país queda restringido a no tener el servicio asistencial por no poder acceder a él”  sin embargo, pese a que reconocemos avances, creemos que el diagnóstico anterior está lejos de la realidad cotidiana. El sistema de Salud en el interior se ha desarticulado, escuchamos a diario pudiendo corroborar que en las policlínicas faltan los medicamentos, que en el interior profundo no hay ambulancias, que ya son usuales las saturaciones en los servicios  de Salud Pública, como también en las dependencias privadas, y que las muertes por falta de asistencia son frecuentes. Hoy no podemos evadir pronunciarnos sobre otro lamentable suceso ocurrido en nuestro departamento, más específicamente en la ciudad de Mercedes, con un desenlace fatal. Un joven de apenas 36 años perdió la vida a causa de un infarto, la ambulancia del centro asistencial llegó veinticinco minutos después sin el médico, solo con el chofer. Por más justificaciones que puedan buscar las autoridades, nadie sabe si con el proceder correcto, ese sorianense aún no estaría con nosotros y no tendríamos que estar pronunciándonos, ante la inoperancia de un sistema de Salud, que hace aguas por todos lados. No hace mucho nos pronunciábamos repudiando un hecho similar en las inmediaciones del pueblo de Risso, en ese caso y por suerte, la persona salvo su vida gracias a la asistencia que pudieron prestar agentes de policía,  conteniendo la hemorragia con una trapo de piso, ante la falta de una asistencia adecuada.  En este sentido, en el mes de abril escribíamos en este mismo espacio denunciando las fallas similares, por las que una joven de 39 años falleció en Hospital de Paso de los Toros en la madrugada del sábado 16 de abril, falleciendo 1 hora luego de ingresada o el caso de otra joven de 16 años, oriunda de Durazno que perdió su bebé luego de ser trasladada, desde el centro público de salud por falta de camas, lamentables cuentas de un fatídico rosario. Como si faltara más, esta semana los hechos no solo se produjeron en nuestro departamento, sino que en Canelones una pediatra denuncio que el hospital de Bella Unión le negó un traslado en ambulancia a Montevideo cuando estaba en estado grave tras padecer neumonía. La doctora finalmente tuvo que viajar en taxi con un tanque de oxígeno por lo que debió pagar $11.500 por este traslado, además,  el movimiento de usuarios del hospital de Bella Unión denunció que las ambulancias no se usan y que el director del hospital es dueño de la emergencia móvil, pero acá no pasa nada de nada, y todo esta bárbaro. Indudablemente, algo se está haciendo mal y alguien debe corregirlo. No puede ser que quien no tiene los medios para pagar una asistencia móvil deba ser trasladado en un taxi o en el vehículo de algún vecino. La salud está en crisis, si estos hechos no son muestra de la situación que estamos viviendo, que alguien explique a los ciudadanos y a esas familias destrozadas qué tipo de muestras se necesitan. ¿Cuantas vidas más tendremos que perder, para que nos den una solución? No creo que ante tantas pruebas sigamos escuchando que el sistema mejoro, que antes era peor, que los problemas son de otros gobiernos. Esto no es una cuestión de ego político, ni de quien reforma mejor,  ni de gobiernos, ni de partidos, esta es una cuestión de Estado, una cuestión de cada uno de nosotros. Mientras la soberbia persista las soluciones no llegaran.