¿“La mejor ley de prensa es la que no existe”?
José Amy
En los últimos tiempos ha sido moneda corriente por parte de los gobiernos latinoamericanos aplicar ciertas restricciones a la libertad de los medios de comunicación. Casos como el argentino y venezolano son paradigmáticos en este sentido, solo basta escuchar y observar los conflictos de estos gobiernos con los medios de comunicación que no se apegan a sus pensamientos y/o políticas gubernamentales. En este marco regional y a pedido del Presidente Mujica, el director de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones, Sergio De Cola, y las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura prepararon para Uruguay nuestra propia “ley de medios”, la que además pretende ser tratada de manera vertiginosa en el parlamento según la solicitud del propio PE- Debemos decir que el proyecto al que estamos aludiendo tiene el total apoyo del Presidente Mujica y además la pretensión de que el Parlamento lo haga ley el mes próximo. Esta posición del Presidente marca un cambio sustantivo en su pensamiento, y sin lugar a dudas pone de manifiesto algo que lo caracteriza habitualmente: su doble discurso. La popular frase “como te digo una cosa, te digo la otra” encaja de manera exacta en esta cuestión, ya que en el año 2010 en pleno apogeo de la ley de medios propuesta por la mandataria Argentina, el presidente Mujica hizo dos aseveraciones bastante contundentes: el 6 de diciembre de 2010 consultado por la prensa sobre el tema el Presidente dijo “yo soy presidente de la República y me tienen podrido con esa pregunta. Al presidente de la República no le llegó absolutamente nada y el día que le llegue ya le dije a los que la están haciendo que la voy a tirar en la papelera”, por otro lado, meses antes en septiembre de 2010, también consultado sobre el tema sentencio que “la mejor ley de prensa que la que no existe”.. Uno se pregunta en estos casos ¿que es lo que le pasa al Presidente Mujica?, ¿cuando será coherente con su decir y hacer, acorde a las necesidades del país?, lo que esta en cuestión aquí no es solo la “ley de medios”, sino la incongruencia del gobierno para gestar políticas coherentes y cohesivas. ¿No hay nada más importante hoy en el país? ¿O es esta otra operación para borrar de la agenda temas impostergables? Tengamos cuidado, la urgencia en honor a la verdad obedece, a los resultados de los números macroeconómicos, a la incertidumbre económico vecina, cada vez mas cercana, a los problemas de pobreza, trabajo, inflación, educación, salud e seguridad de los uruguayos. El proyecto referido se titula “Servicios de Comunicación Audiovisual” (Ley sobre medios, como lo hemos expresado aquí) y tiene el objetivo de “establecer la regulación básica de la prestación de servicios de Radio, Televisión y otros Servicios de Comunicación Audiovisual” promoviendo a través de ello (según sus portavoces) “pluralidad, diversidad, promoción, no discriminación y transparencia”. Básicamente estos principios rectores del proyecto son el retrato escrito de los principales líderes del FA, ya que días atrás fueron invitados por la Asociación de la Prensa Uruguaya y la Coalición por una Comunicación Democrática a debatir sobre políticas de comunicación. Se encontraban presentes Mónica Xavier, Enrique Rubio, Ernesto Agazzi, y el responsable de prensa de Juan Castillo, todos concordaron con que “seria prioritario aprobar la ley en este período” por su parte Rubio subrayó que no cree en “la teoría de la sola autorregulación”, y Xavier implantó el debate sobre la regulación de contenidos, aseverando de que existe el “riesgo de que cualquier regulación sea calificada como una medida para coartar la libertad de expresión”. Hizo mención a la “guerra sucia” de los medios en el caso La Pasiva y enfatizó que genera “indignación” la “impunidad” con la que los medios difunden tal “grado de violencia”. Las opiniones aquí son respetables, y no quiero hacer afirmaciones sobre elementos sustantivos ya que seria irresponsable de mi parte por no haberse tratado el proyecto, pero hoy, podría decir primero, que el doble discurso del FA ya es habitual y confuso en todos sus sentidos, segundo, que no es de “fiar” algo que se trata de manera tan urgente como si fuese de vida o muerte. Quizá deberíamos preguntarle al mismo presidente sobre su proyecto: ¿La mejor ley de prensa es la que no existe?