¿La Dirección N. de Medio Ambiente esta en jaque?

José Amy

 

El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) fue creado por Ley -Nº 16.112- el 8 de junio de 1990. Para su época, dicho Ministerio, fue un adelanto, creando una institucionalidad inexistente, y por de más necesaria, en el país, cubriendo además, tres líneas de política que habían sido postergadas en el tiempo: la vivienda, el uso social del suelo y el medio ambiente. A pesar de esto, en pleno siglo XXI, el contexto internacional ya no es el mismo, y los patrones del mercado mundial han cambiado a un ritmo vertiginoso. Hoy son cada vez más las empresas transnacionales que compiten por instalar emprendimientos en los países de la región latinoamericana. En los últimos años hemos vivido de cerca la lucha por instalar emprendimientos en nuestro país, muchos aun están en boga, otros ya son un hecho. Estos últimos, han demostrado las limitaciones institucionales y políticas del país, en muchos casos dudamos de las aptitudes de los organismos encargados de fundamentalmente controlar el Medio Ambiente, hay veces que si no fuese por los propios laboratorios de las empresas, no podríamos controlar lo mas mínimo, como bien lo demuestra la empresa de capitales finlandeses UPM. En este sentido, es preciso aclarar tambien, que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) pasó, en el último año, de controlar 300 empresas a 600 (lo que implica un aumento del 100% en la capacidad de control). Continuando la línea de nuestra anterior columna “Regasificadora: ¿Una nueva novela de final incierto?” hoy centraremos nuestra atención en los problemas que enfrenta la DINAMA en su lucha por permanecer autónoma frente a presiones del gobierno. En primer lugar, comentaremos brevemente las competencias del organismo, para luego, en segundo lugar, poner en conocimiento sus principales desafíos en la actualidad, y las eventuales luchas de poder con el gobierno.  La DINAMA tiene desde su gestación, el objetivo de “lograr una adecuada protección del ambiente propiciando el desarrollo sostenible a través de la generación y aplicación de instrumentos orientados a una mejora de la calidad de vida de la población y la conservación y uso ambientalmente responsable de los ecosistemas”, dentro de sus principales reparticiones se encuentran: División Administración; División Biodiversidad y Áreas Protegidas; División Evaluación de la Calidad Ambiental; División Control y Desempeño Ambiental; División Evaluación de Impacto Ambiental; Departamento de Relaciones con el medio; Unidad de Planificación; Departamento Laboratorio Ambiental, entre otras. Crear un organismo tan complejo y con altas cuotas de responsabilidad, no es en vano, y coincide con uno de los pilares de la democracia: el bien común. El bien común de todos los habitantes de la republica, en contraposición al interés particular, ya sea de una empresa o un gobierno de turno. Justamente esto último es lo que no están respetando los actores del gobierno. Semanas atrás, Jorge Rucks (titular de DINAMA) acusaba -en nota a la prensa- las constantes presiones que integrantes del gobierno ejercen ante el organismo. “Esa es la tragedia que se vive acá adentro: trabajamos presionados de todos lados, el problema es que no podemos ceder a esa presión (…) desde las instituciones de gobierno nos plantearon que teníamos que resolver las cosas rápido, que eso tenía que estar firmado en tal fecha.” Este fenómeno no es nuevo, el sindicato de funcionarios MVOTMA respaldó los dichos de Rucks, recordando que ya en el año 2012 durante una comparecencia en la Comisión de Trabajo en Diputados denunciaron que durante la administración de Graciela Muslera (ex ministra de MVOTMA), la administración modificaba los informes técnicos para “apurar” o “beneficiar” inversiones. En este sentido, y según los funcionarios, cuando un técnico hace informes que no gustan son dejados de lado y de forma inmediata “aparece un técnico que hace la vista gorda y lo aprueba (…) son esos funcionarios golondrina, que aparecen una vez y después no los ves más”. También se sostuvo que una “conocida política del gobierno” ingresó varias veces a la DINAMA exigiendo que se aprobaran diferentes proyectos. Por último, se afirmo que dichas presiones se dan por la escasa fuerza política. “La Dinama lo que precisa es un fortalecimiento político (…) para evitar ser presionada. A la larga o a la corta se deberá hacer un ministerio de Medio Ambiente, porque la cantidad de proyectos que llegan la hacen temblar”. Teniendo en cuenta lo anterior, es que estamos obligados a preguntarnos y a preguntarle al gobierno: ¿La Dirección Nacional de Medio Ambiente esta en jaque? ¿O es que quieren jaquearla?.