Incógnitas para la temporada turística
Daniel Bianchi
Le temporada estival ya golpea a las puertas de nuestro país, y las señales que llegan desde distintos sectores son antagónicas.
Para la ministra de Turismo, Lilian Kechichián, no hay signos que hagan pensar que la temporada que se avecina tendrá sustanciales modificaciones con respecto a la anterior en lo que al arribo de turistas se refiere, y por el contrario, estima que ambas serán parecidas.
Al tiempo que el Ministerio de Turismo reclama a los operadores que tengan responsabilidad y cautela con los precios, la cartera ha iniciado una promoción publicitaria en Argentina, mientras aguarda las señales provenientes de Brasil y se lamenta por la desaparición de PLUNA, habida cuenta que el costo del pasaje entre San Pablo y Miami (EE.UU.) es más barato que entre San Pablo y Montevideo.
La relativa calma de la Secretaría de Estado, sin embargo, no es compartida por la Cámara Uruguaya de Turismo (CAMTUR), que ya ha comenzado a recabar y analizar datos provenientes de las distintas gremiales que la componen, para delinear un panorama que le permita conocer la situación real, y, al mismo tiempo, proyectarla hacia los meses de verano.
Contrariamente a lo señalado por la ministra del ramo, la institución evalúa que los datos comparativos del propio ministerio indican nuevas bajas que afectarán al conjunto de la actividad, en especial como consecuencia de los últimos enfrentamientos diplomáticos con la República Argentina que derivaron en trabas comerciales para nuestro país. Ello ha obligado al sector a apelar a su creatividad para equilibrar esa inestabilidad y a manejar diversas opciones apuntando a la búsqueda de un público y mercado nuevos que permitan que, paulatinamente, se pueda reanudar el camino del crecimiento, tanto en cantidad de visitantes como en gasto per cápita de cada turista.
La evolución del tipo de cambio y el “dólar blue”, el eventual reinicio del corte de los puentes binacionales debido al conflicto por la planta de celulosa de UPM, las restricciones comerciales y el resultado de las Elecciones Legislativas del pasado 27 de octubre en el vecino país, son algunas de las variables que los operadores turísticos manejan con cautela antes de aventurarse a hacer proyecciones, si bien confían en que la temporada sea al menos aceptable, como la anterior. Todos coinciden en que el resultado electoral del pasado domingo es esencial, ya que va a definir cómo continuará un tema que hoy es prioritario y, de hecho, es casi excluyente en la agenda política argentina, esto es, el candidato a suceder a Cristina Fernández en la Presidencia a partir de 2015. El kirchnerismo ha perdido terreno, pero aún tras sufrir un retroceso electoral continúa siendo la principal fuerza política del país. Desde este lado del Plata se afirma que, tras el duro golpe del domingo para el oficialismo argentino, las chances son excluyentes: o la situación binacional mejora, o empeora, pero sin opciones entre ambos extremos.
Cabe recordar que, además de tener serias dificultades a la hora de conseguir dólares como consecuencia de la política restrictiva del gobierno de su país, los argentinos deben pagar en impuestos un 15% de lo que gastan con tarjetas de crédito en el exterior. Esa es la razón por la cual el gobierno uruguayo ha prorrogado hasta el 31 de julio de 2014 los beneficios a los turistas residentes en el exterior, y que básicamente comprenden la reducción total del IVA aplicable a operaciones de servicios gastronómicos, arrendamientos de vehículos sin chofer, servicios de catering, fiestas y eventos, así como la devolución del 10,5% del precio del arrendamiento de inmuebles con fines turísticos correspondiente al IRPF, y al descuento del 24% en combustible. Aún así, el costo de vida es sensiblemente superior en Uruguay que en Argentina, lo que dificulta la llegada de turistas.
En el departamento de Colonia los operadores turísticos hacen proyecciones a la baja, tanto en la actividad de restaurantes como en la ocupación hotelera, estimándose que en caso de sostener la tendencia decreciente registrada entre comienzos de abril y el actual mes de octubre, el movimiento será alrededor de un 20% inferior al del verano pasado.
Ya durante el presente año muchos restaurantes optaron por mantener los precios del año 2012, y están evaluando mantener las mismas tarifas durante 2014 para por lo menos conservar un nivel de ocupación estable, a pesar de que el permanente incremento de los costos de los productos y de los impuestos, obliga a un descenso de la rentabilidad.
La incertidumbre subsiste, y todos confían en un escenario que sea favorable para el país. Los hoteleros, los gastronómicos, el servicio de transporte, los comercios, los remiseros, los taxistas, aguardan por una señal alentadora.
El gobierno también.