Entrevista a Pedro Bordaberry – El Observador

Bordaberry señaló que el gobierno no tiene una agenda de prioridades y los temas los impone la interna del Frente Amplio

En el despacho de Pedro Bordaberry hay varios libros, un par de sillones cómodos, de cuero, una serie de listas del Partido Colorado y fotos que recuerdan que viene de una familia de políticos. En una pared está enmarcada la lista 75 del año 1942 que llevó al Senado a su abuelo Domingo, quien redactó la primera ley con beneficios para el trabajador rural. Tiene una foto antigua de Lorenzo Batlle y otra de Óscar Gestido con la banda presidencial, además de su lista 10 y la lista de Germán Coutiño, el dirigente de Vamos Uruguay de Salto. El Observador entrevistó al candidato tras su proclamación para las elecciones internas.

Los analistas dicen que para ganar la elección hay que conseguir el voto del centro y a usted se lo ubica claramente en la derecha.

Hay que conseguir todos los votos. Y para eso se necesita tener un mensaje inclusivo con agenda nacional, la de todos los uruguayos y ese es el gran problema que tiene el Frente Amplio, que plantea la agenda de una parte de los uruguayos, ni siquiera la de todos los frenteamplistas. La agenda nacional es educación, salud, crecimiento económico y seguridad. Esos son los temas prioritarios. Y cuál ha sido la agenda del Frente: derogar la ley de caducidad, la marihuana y la ley de responsabilidad penal empresarial. La interna del Frente marca el camino.

Para correrse hacia el centro dio la señal de que mantendrá el Mides y lo fortalecerá.

Lo vamos a mantener porque necesitamos un Ministerio de Desarrollo Social, y queremos llevarle la vivienda al Mides y dejar que el otro ministerio sea de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial. Lo que cambiamos es el enfoque. No más clientelismo ni asistencialismo. El énfasis lo ponemos en asistir para salir de la pobreza y conseguir trabajo.

¿Qué rol ocupará el Estado?

El gran desafío es que el Estado haga efectivos los derechos y que cumpla las funciones esenciales: educación, seguridad, salud, políticas sociales, el cuidado de la macroeconomía.
Hoy el Estado ya hace eso. Pero lo hace mal.

Los periodistas etiquetan, de derecha, de izquierda, radicales, y usted se definió como reformista modernizante. ¿Qué es eso?

El reformismo nos viene del fondo de la historia. El Batllismo es reformismo. Hay quienes parten de una ideología y a partir de allí construyen el rumbo, y hay quienes pragmáticamente fijamos el objetivo y a partir del objetivo construimos la propuesta. Nosotros fijamos como objetivo que cada uruguayo viva mejor y lo que hacemos es formar equipos para lograrlo. El ser pragmático, modernizante y reformista significa tomar la realidad y empezarla a reformar para mejorarla rumbo al objetivo.

Líber Seregni dijo que se iba a un nuevo bipartidismo, lo criticaron mucho entonces y ahora parece que realmente se confirma eso con el Frente de un lado y los partidos tradicionales del otro, ¿no le parece?

Yo espero que eso no suceda. Lo mejor que le puede pasar a Uruguay es que no haya bipartidismo porque significa que hay uno que tiene la mayoría sobre el otro, y eso no es bueno.

¿Usted se va a enfocar en salud, educación y seguridad?

Y en terminar con la pobreza. Y tener más crecimiento económico. Si hiciéramos las cosas correctas se estaría creciendo al 7%. Hay que bajar el déficit fiscal, la inflación y rever lo que hace el Banco Central.

En seguridad, la gente, según las encuestas, apoya bajar la edad de imputabilidad, pero varios técnicos desaconsejan ese camino.
Serán los técnicos del Frente Amplio.

¿Está seguro que eso ayudará a bajar los niveles delictivos?

Es uno de los instrumentos que tenemos que usar. Hay cinco temas a encarar. Uno es el de la minoridad delincuente, otro es sacar las cárceles del Ministerio del Interior, el combate a la droga, la modernización de la Policía y reformar el Código del Proceso Penal para darle a los fiscales una función más importante y que el juez se encargue solo de dictar sentencia.

¿Cómo se termina con la delincuencia?

Creo que si Uruguay trabaja seriamente en estas cinco líneas, en dos o tres años se hará.Dijo en su discurso que hay barrios donde se está creando una “institucionalidad paralela” donde la Policía y la Justicia dejarán de entrar.
Estoy alertando de eso. Ya pasó en otros países.

¿Son los narcos los que mandan?

En la medida que hay ejecuciones extrajudiciales, a los que le llaman ajustes de cuentas, que después no se solucionan, sí.

¿En qué barrios ocurre eso de la institucionalidad paralela porque la Policía dice que entra a todos lados?

Yo no dije que hoy no entren, dije que pronto no van a poder entrar. Este fenómeno se ha dado en Argentina, en México, en Brasil y en muchos países. Y el crecimiento del narcotráfico lleva a que dicen: cerramos un lugar, una zona y se cierra.

El gobierno presentó un proyecto para que la población se desarme e incluso darle una bici o una computadora al que entregue el arma.¿Puede funcionar?

Nuestros técnicos dicen que esos proyectos no generaron una baja en la delincuencia. Los proyectos que generan realmente baja en la violencia son los de desarme de los delincuentes. Este proyecto recae sobre el que no es delincuente. ¿Un delincuente va a entregar su arma y pedir un electrodoméstico? Es ingenuo presentar ese proyecto.

¿Usted tiene un arma?

No. He tirado con una 22 y una chumbera.

¿Nunca anduvo armado?

No. Tengo alarma y un par de perros en casa.