A Virada Ja Comecou
Ayer Sábado, en Rivera, mientras ingresaba al estrado montado en una plaza del barrio Rivera Chico, para nuestro acto de cierre, un veterano me gritaba “¡A virada ja comecou, Pedro,!
Ese grito, en esa suerte de portuñol, resume lo que sentimos que está ocurriendo en el Uruguay.
Sentimos que desde hace unas semanas hay un vuelco, un cambio grande en la elección.
Lo sentimos cuando llegamos a los actos, cuando recorremos pueblos y ciudades, cuando la gente nos cruza en las calles de Montevideo y toca su bocina.
Esto comenzó hace un par de semanas y nos llena de ilusión y de esperanza.
Hasta algunas encuestas empiezan a manifestarlo en sus sondeos.
Siento que empezó este vuelco comenzó cuando entramos en la etapa decisiva de esta campaña electoral, cuando faltando veinte o treinta días los uruguayos empezaron a tomar la decisión acerca de a quien votar el próximo 26 de octubre.
Cuando los candidatos empezamos a ser escrutados en los programas de televisión, preguntados sobre nuestras propuestas, sus fundamentos, el rumbo que pretendemos darle al Uruguay en los próximos cinco años es que los votantes se terminan de formar su opinión y deciden a quien votar.
La televisión es una gran lupa. Ahí los aspirantes a Presidente debemos mostrar solvencia, conocimiento y fundamentar debidamente nuestras propuestas, porque de lo contrario se nota.
El ciudadano que va a votar, a elegir, lo percibe.
Percibe nuestras fortalezas y debilidades.
Se conforma y tranquiliza si encuentra a alguien que conoce los temas y sus fundamentos, si habla con propiedad y no improvisa.
Pero se inquieta y duda si quien aspira a ser Presidente, duda, no tiene respuestas o responde con evasivas.
Porque sabe que quien resulte electo Presidente asumirá la mayor responsabilidad que puede recaer en uruguayo: conducir los destinos del país, de todos.
De ahí la importancia en esta etapa de la campaña, de exponerse, de comunicar, de ser claros, más allá de los avisos hechos por publicistas que tratan de mostrar a cada candidato como el mejor.
Porque detrás de esos avisos, de la música que todos utilizamos, de las poses en las fotos (que todos ponemos), el uruguayo percibe quien tiene la fuerza y la experiencia para gobernar.
Quien es el que está pronto para hacerlo y quien no.
Nosotros nos hemos preparado para esta instancia, para este momento.
Para el momento decisivo de la campaña en que hay que tener fundamento, mostrar la capacidad, temple y equipo para aspirar a la Presidencia de la República.
Quiero ser Presidente de la República Oriental del Uruguay.
Quiero serlo porque estoy convencido que podemos tener un mejor país, que hay muchas cosas para hacer que hoy no se están haciendo.
Lo sentí cuando asumí como Ministro de Turismo y como Ministro de Industria y Energía, hace diez años.
Sentí que Uruguay podía hacer una cantidad de cosas que no se estaban haciendo, y construir trabajo, ingresos, progreso.
Porque el Uruguay es un país formidable, el mejor de todos.
Hoy siento que podemos Volver a Vivir en Paz, terminar con la inseguridad. Que tenemos la gran oportunidad de crecer si nos insertamos en el mundo, logramos TLCs con otros países, generamos infraestructura, somos eficientes en el manejo de las empresas públicas y de la Deuda.
Estoy convencido que podemos de una vez por todas cambiar y convertir a la Educación, a la Innovación, a la Investigación, en las locomotoras que le den a cada uruguayo las mismas posibilidades de futuro.
Para cada una de estas cosas tenemos un equipo, hemos hecho un análisis, un diagnóstico y tenemos propuestas y rutas a seguir.
Sabemos que los años por venir deberán ser tiempos de mucho acuerdo. Tenemos la experiencia en el Parlamento y en el Poder Ejecutivo para buscar los mismos y para lograrlo.
Nos irá la vida como país en ello.
Los uruguayos lo empezaron a percibir por estos días.
En especial luego de que concurriéramos a programas de televisión abierta a exponerlos. Lo sentí muy fuertemente en el Ateneo del Jueves pasado donde concurrimos todos los candidatos a la Presidencia menos uno.
Las manifestaciones en las redes sociales, la multitud que esperaba fuera, bajo la lluvia, estoicamente, a la salida, gritando su orgullo, sus ganas su convencimiento, así me lo hicieron sentir.
Sobre todo lo percibo en la energía que nos transmiten esos ciudadanos de a pie, esas mujeres que me abrazan orgullosas, esos jóvenes que piden para sacarse una fotografía o esos veteranos que me chamullan al oído ese maravilloso “no aflojes Pedro“.
Pero sobre todo lo sentí cuando en el acto del Sábado en Rivera, un veterano me gritó “¡A virada ja comecou!“
Y le contesté “Muda, cambia, Uruguay¡“
Es que es así, el vuelco en la elección comenzó y nos llena de alegría y esperanza.