"No basta con abrir un liceo y decir 'vengan'"
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El senador y candidato único del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, volvió a defender en el Senado sus proyectos sobre educación. Dijo que «no basta con abrir un liceo y decir ‘vengan’, hay que ir a trabajar con la familia». Desde el oficialismo afirman que «el problema es más de fondo»
Dos de los proyectos volvieron a la Comisión de Educación con chances de lograr acuerdos para ser aprobados.
Uno es el proyecto de ley que plantea un mínimo de tiempo de clase por año para los estudiantes y el de la Universidad de la Educación.
Sin acuerdo posible quedaron los proyectos que plantean retirar a los representantes de los docentes del gobierno de la educación y el vinculado al impulso de la gestión privada de la educación pública.
“Estamos de acuerdo tanto en la necesidad de contar con más días o más horas, así que creo que sería bueno encontrar entre todos rápidamente un acuerdo”, afirmó Bordaberry.
Para la creación del Instituto Universitario de Educación “estamos trancados en un artículo”, dijo. “Creo que sería bueno buscar caminos de entendimiento, ni siquiera la propuesta del oficialismo y ni siquiera la propuesta de la oposición”, señaló.
Quien propuso que los dos proyectos que todavía tienen chances de reunir mayorías para ser aprobados retornen a comisión fue el Frente Amplio. “Se dieron argumentos importantes por parte de las delegaciones” y “existe un esfuerzo de parte de distintos sectores por ver si se destraba la situación en relación a la Universidad de la Educación”, señaló el senador Enrique Rubio.
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Los dos proyectos impulsados por Bordaberry no tendrán el apoyo del Frente Amplio. Uno de ellos es el de la participación de los docentes en el gobierno de la ANEP que ayer el senador colorado volvió a cuestionar.
“Nos parece mal que vayan en representación de un interés particular y no del interés general, porque si uno representa el interés general, le rinde cuentas al interés general, y al interés general se le rinde cuentas en el Parlamento Nacional, y al interés particular se le rinde cuentas en el gremio. Quien representa al interés general tiene que rendir cuentas aquí. Una anécdota: las listas que postularon a quienes hoy integran los consejos se presentaron en la sede del PIT-CNT, vaya mensaje más claro de que representan el interés particular”, dijo Bordaberry.
El senador Rubio discrepó con Bordaberry en su lectura sobre los problemas que los docentes pueden haber causado desde su participación en el gobierno de la educación. “Nuestra bancada no cree ni comparte que la conducción de la educación deba recaer exclusivamente en los actores políticos. El proyecto de parte de una premisa de que los problemas o los desafíos que hoy tiene la educación y en particular la ANEP se habrían generado por enfrentamientos entre los consejeros designados con venia del Senado y los electos por los docentes. La inmensa mayoría de las decisiones del Codicen y de los consejos ha sido tomada por unanimidad, no hay una sola decisión que no se haya podido tomar porque un docente electo haya puesto algún tipo de traba”, señaló.
Bordaberry defendió su idea de abrir las puertas a la gestión privada de la educación pública como forma de buscar alternativas novedosas a problemas que no se han podido resolver.
“Debemos buscar soluciones alternativas, novedosas, que empoderen a la comunidad para generar nuevas propuestas educativas que atiendan las situaciones de exclusión, en particular en los contextos más vulnerables. En esa zona las realidades son distintas, no basta con abrir un liceo y decir ‘vengan’, hay que ir a trabajar con la familia, hay que ir a buscarlos, hay que trabajar de otra forma, hay que comprometerlos”, señaló.
Desde el partido de gobierno Rubio rechazó los argumentos de Bordaberry y dijo que existen raíces históricas para los problemas de la educación. “El tema no está en la gestión privada o en la gestión pública, el problema es más de fondo. Cuando la educación se masificó y el Uruguay se pauperizó en términos extremos en una de sus puntas y se desarticuló como sociedad, entonces uno encuentra una realidad social que es difícil revertir y que lleva tiempo”, expresó.
Bordaberry, en tanto dijo que “aún sabiendo” que su proyecto no va a tener las mayorías va a insistir con él. “Creemos que el gran desafío del Uruguay sigue siendo la educación, y que todos deberíamos ser obligados a escribir varias veces por día: educación, educación y educación”, afirmó.