Mis palabras en interpelación a la Ministra de Industria

SEÑOR BORDABERRY.- Pido la palabra para contestar una alusión.

SEÑOR BORDABERRY.- La defensa que se hace de la visión de las empresas públicas es muy legítima, pero si se sostiene que quienes en algún momento hemos cuestionado la actuación de dichas empresas públicas estamos en contra de ellas, se incurre en dos profundos errores. El primer error grave es creer que criticar algo es estar en su contra. Nosotros creemos que, al criticar, ayudamos a que las cosas salgan mejor. El segundo error es no entender el rol que tiene la oposición en democracia, que es controlar a las empresas públicas y a los ministerios. Si para muestra vale un botón, consideremos lo ocurrido en Ancap. ¿Estuvimos mal con Ancap? Le hicieron un agujero de USD 2.000:000.000 y lo reconocieron porque cambiaron a todo el directorio y lo dijo el ministro de Economía y Finanzas. ¿Eso es estar en contra de Ancap? No; es defenderla. Eso es lograr que se cambie a los que la destruyeron, a los que hicieron el agujero.

     ¿Eso es estar en contra de las empresas públicas? No. Decir eso es una falacia de falsa precisión. Es eso. Es una falacia de falsa precisión, como tan bien lo dijo el señor senador preopinante; es no ir al fundamento de las cosas, como él exigía. Hay que recordar que algunos tenemos una visión distinta porque el señor senador preopinante, en el caso de Ancap, defendía que pudiera perder plata y decía que a veces las empresas públicas tenían que perder plata. Nosotros entendemos que las empresas públicas no tienen que perder plata. Sin duda, son dos visiones distintas. ¿Que el sector público es estratégico? ¡Claro que sí! Hay que ver cómo lo cuidamos. ¿Qué UTE ha completado casi el cien por ciento de la electrificación de los hogares rurales? ¡Claro; si en el año 2005 estaba en un 97 %! Como señalaba el señor senador Mieres, la forma de cuidar a las empresas es darnos la información para que podamos controlar lo que allí se hace.

     Aprovecho, señora presidenta, para pasar unos avisos. En febrero de 2015 hice un pedido de informes sobre un convenio, por USD 570.000 más impuestos,  con la NBA para que realizara una consultoría por la construcción del Antel Arena, y no contestaron. En noviembre de 2015 pedí información a los Ministerios de Industria, Energía y Minería y de Economía y Finanzas sobre el fideicomiso por USD 58:000.000. El Ministerio de Economía y Finanzas contestó, pero el de Industria, Energía y Minería no lo hizo. El 17 de marzo de 2015 solicité el contrato suscrito para la construcción del Antel Arena y sus antecedentes administrativos, y no contestaron. El 2 de mayo de 2018 pedí información sobre el atraso en las obras –catalogadas por el Poder Ejecutivo como un motor para el desarrollo del país– porque se sabía que  estaban adelantando dinero, y no contestaron.

     Esto no es una cuestión de visión sobre las empresas públicas; es un tema de república, del derecho a acceder a la información que tenemos todos, no solo los que están en el gobierno sino también los que estamos en la oposición. Pero quédense tranquilos que el gobierno va a cambiar, se va a acceder a la información y se va a saber. Vaya uno a saber si no terminamos de manera similar a como concluimos en el caso de Ancap.

Muchas gracias.

 

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